jueves, 27 de mayo de 2010

PRÓXIMO VIAJE: ISLAS SVALBARD, LATITUD 80ºN


Este mes de mayo será el de las islas. Después de haber ido a Reunión (Francia, pero frente a Madagascar) y Socotra (Yemen), ahora le toca el turno a las Svalbard (Noruega).

Dentro de pocos días embarcaré en Tromso, en el MS Fram de la compañía Hurtigruten, con el sumo placer de participar en el Peregrinaje Climático. No es un viaje normal, es lo que llaman un crucero de exploración, en el que se recorren en profundidad algunos de los lugares más salvajes e inaccesibles de las costas del mundo. Habrá científicos a bordo para que nos expliquen las bellezas de las islas y los peligros a los que se enfrenta el planeta. Las zonas polares son el mejor lugar para estudiar los efectos del cambio climático, y en este viaje aprenderemos bastante (eso espero) sobre este importante tema, además de disfrutar de la belleza del Ártico..

Las islas Svalbard (que antes eran conocidas como Spitzbergen, por su isla principal) están a medio camino entre el Cabo Norte y el Polo Norte. El paralelo 80ºN cruza el archipiélago, y uno de los objetivos del viaje es explorar más allá de esta latitud. Veremos si lo conseguimos. La zona polar ártica es un océano helado, y hay muy poca tierra más allá del paralelo 80ºN. Estas islas noruegas son una de ellas.

Me parece que es una aventura de esas de "una vez en la vida".

SOCOTRA, EN YEMEN


La isla yemení de Socotra es uno de los lugares más hermosamente extraños que he visitado en mucho tiempo. La sensación de aislamiento y soledad, que se vive en cuanto sales de Hadibu (la capital) es extraordinaria. La vegetación, en gran parte endémica, da un toque único al paisaje.

Si pincháis aquí podréis ver un pequeño artículo sobre Socotra





lunes, 24 de mayo de 2010

TEMPORADA DE MANGO


Una de las primeras cosas que hago en cuanto llego a un país tropical es enterarme si hay mangos en el mercado. No hay fruta que me pueda gustar más. Sin embargo, la temporada de mango no es muy larga y es frecuente que me quede con las ganas. Es una maravilla pasar por los mercados y comprar mangos, bajar a desayunar y encontrar mango, pasar por el campo y ver los árboles cargados de frutos anaranjados, ir por la calle y ver los puestos de zumos con los mangos en exposición como tentación irresistible. El mes pasado, en Marrakech había, pero hace dos semanas no los encontré en Reunión. La semana pasada me resarcí en Yemen. Todavía me relamo pensando en ellos, pero también los echo de menos.

El mercado de Sanaa era una serie de montones de mangos. Y de otras frutas. Una noche caminaba por los callejones del zoco. Iba por uno especialmente estrecho, de apenas metro y medio de anchura. Me crucé con alguien que llevaba una carretilla, por lo que me subí a un escalón para dejarlo pasar. Era un vendedor de melones, y al pasar dejó un rastro de maravilloso perfume a melones maduros.

¡Oh, esos lugares en los que la fruta sabe a fruta, y la verdura a verdura! Normalmente coinciden con los que la gente califica como países subdesarrollados y tercermundistas, incluso sucios y de higiene sospechosa. Pero comen fruta más rica que la nuestra.

Una navajita en el bolsillo nos permite, durante los viajes, el lujo supremo de disfrutar en cualquier momento de una fruta en sazón, como en nuestra Europa ya sólo recuerdan los más viejos del lugar. Incluso, hay que saber que un mango en su punto se monda fácilmente sin cuchillo. Eso sí, hay que tener cuidado si se comen a mordiscos, porque a veces tienen unas hebras muy molestas. Pero todo se acaba aprendiendo.

sábado, 22 de mayo de 2010

YEMEN, OTRO MUNDO


Se dice que viajar te hace asomarte a otros mundos (que están en éste), y te ayuda a relativizar lo que sabes sobre lo que se supone que es importante. También sirve para romper ideas preconcebidas. En este sentido, un viaje a Yemen es uno de los mejores viajes que se pueden emprender en la actualidad, ya que supone una cura de humildad, un encuentro con “la otra mitad” de la humanidad, el roce con mentalidades muy diferentes a la tuya. Y, de paso, con una arquitectura y unos paisajes francamente espectaculares.

Hace unos seis meses los periódicos dedicaron cientos de páginas a conmemorar el vigésimo aniversario de la unión entre la República Federal Alemana y la República Democrática Alemana. Hoy, 22 de mayo de 2010, se cumplen 20 años de la unión entre la República Árabe de Yemen (más conocida como Yemen del Norte) y la República Democrática Popular del Yemen (Yemen del Sur). El caso es similar en el sentido en que tenían regímenes políticos muy diferentes (uno de ellos comunista en ambos casos), pero me pregunto cuántas páginas de periódico se dedicarán a este aniversario (¿una o ninguna?). No voy a comparar la importancia que para Europa tuvo la unificación alemana con la yemení seis meses después, sólo quiero destacar el desconocimiento que tenemos sobre la realidad que vive “la otra mitad” de la humanidad. Para ellos sí les cambió la vida. No sé si lo celebrarán con ganas e ilusión (lo dudo), pero es algo que ha sucedido y que ha influido en la vida de muchos millones de personas.

Tenemos la imagen de Yemen como país muy peligroso. Que te comen crudo en cuanto pones el pie en ese país. Es cierto que ha habido secuestros e incluso asesinatos de turistas extranjeros, y de hecho dos alemanes fueron liberados durante mi estancia en el país. Ahora el turismo está bajo mínimos en Yemen, y durante un día de paseo por Sanaa -la capital, con uno de los conjuntos arquitectónicos más espectaculares, sorprendentes y hermosos del mundo- apenas me he cruzado con una docena de extranjeros. Pero puedo decir con absoluta sinceridad que todos parecían muy relajados y que pocas veces me he sentido tan tranquilo y seguro al pasear solo por una calle, de día y de noche, con mi cámara al cuello, como estos días en Sanaa. Hablé con decenas de yemeníes y sólo encontré simpatía, buenos modos, curiosidad sincera y sonrisas.

Desde Sanaa, por fin llegué a la isla de Socotra. Un fin del mundo, donde se encuentran una flora y una fauna únicas. Un paisaje de fábula -montañas, playas, cuevas, bosques de “árboles de sangre de dragón”- apenas visitado por gente de fuera de la isla. El domingo pasado acampé al borde de un precipicio que se hundía cientos de metros, a la sombra de dos árboles de sangre de dragón. Aunque pueda parecer imposible, allí no importaba nada quién ganaría la Liga. Sí, hay otros mundo, aunque estén en éste. Sólo hay que salir a buscarlos.

miércoles, 5 de mayo de 2010

EL DEDO EN EL MAPA


Hay libros que lees sin inmutarte y otros con los que te identificas tanto que te pones a subrayar párrafos y no paras. Para mí, uno de estos últimos fue El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad.

Entre otros muchos, tengo subrayado un párrafo que, por lo visto, subraya todo el mundo. Es el que sigue: “Cuando era pequeño tenía pasión por los mapas. Me pasaba horas y horas mirando Sudamérica, o África, o Australia, y me perdía en todo el esplendor de la exploración. En aquellos tiempos había muchos espacios en blanco en la tierra, y cuando veía uno que parecía particularmente tentador (y cuál no lo parece) ponía mi dedo sobre él y decía: 'Cuando sea mayor iré allí'” (Alianza Editorial, traducción de Araceli García Ríos e Isabel Sánchez Araujo).

Cuando lo leí me sentí plenamente identificado porque yo he pasado horas y horas mirando mapas, soñando con destinos lejanos, imaginando viajes. Y recuerdo perfectamente el momento -hace muchos años- en que, cuando creía que ya me sabía el atlas de memoria, descubrí una isla en el océano Índico en la que nunca había reparado. El Cuerno de África parecía la punta de una flecha que señalaba claramente hacia ella. ¿Qué isla sería ésa que me había pasado desapercibida después de horas y días y años de estudio y sueños? Vi que se llamaba Socotra, y que pertenecía a Yemen del Sur (eran realmente otros tiempos). Me pareció lo más exótico y desconocido -y por tanto atractivo- del mundo. No lo dudé. Puse el dedo sobre el mapa en el lugar exacto de la isla y dije: 'Cuando sea mayor iré allí'.

Creo que ya me he hecho mayor. Si no hay impedimentos de última hora, dentro de pocos días embarco hacia Socotra.


martes, 4 de mayo de 2010

NUBE DE PALABRAS I


Voy a aprovechar que llevo pocas entradas en este blog para empezar a hacer periódicamente una nube de palabras con Wordle y ver cómo evoluciona. Esta Nube de Palabras I está formada con todos los textos que han aparecido hasta ahora.