jueves, 28 de abril de 2011

Australia: Northern Territory, VII, una historia alucinante

Ubirr es uno de los centros de arte rupestre más conocidos de Kakadu. Además, ahí al lado hay un albergue, así que no lo dudé y alquilé una cama. Era un lugar sin lujos pero resultaba estupendo quedarse en la zona cuando todo el mundo se iba a sus confortables y lejanos alojamientos, dejando uno de los mejores museos de arte rupestre del mundo a disposición de tres o cuatro gatos.

En ese albergue había unos cuantos libros que se podían leer a voluntad. Una noche agarré uno y me puse a leer historias sobre los aborígenes.
Algunos conceptos ya están explicados en esta larga serie sobre Australia, así que abreviaré la historia:
Resulta que los antropólogos estudiaban la cultura aborigen del norte de Australia, y es bien sabido que los lugares de Ensueño se materializan en accidentes geográficos relevantes: peñascos, precipicios, rocas, lo que sea.
El problema estaba en que había unos aborígenes que describían lugares de Ensueño donde sólo está el mar.
Estaba claro que la larga tradición oral de cientos o miles de años había patinado en algún momento y se equivocaban, señalando la existencia de lugares de Ensueño donde no había nada.
Hasta que llegó un investigador y decidió creerlos. Y se fue a buscar una universidad en la que se investigaran los fondos marinos del norte de Australia. Buscó mapas del fondo de los mares, y lo que encontró fue realmente sorprendente.
Los lugares de Ensueño que describían los aborígenes desnudos de cultura prehistórica coincidían con lo que describían los mapas más modernos de los fondos marinos.
Lo que había sido cubierto por el océano al subir el nivel del mar tras el final de la última glaciación, lo que no había visto ningún ser vivo en los últimos miles de años, permanecía descrito mediante una tradición oral transmitida de padres a hijos: los valles, las montañas, por los que habían transitado los antecesores de los aborígenes australianos cuando pasaron de lo que ahora es Asia a lo que ahora es Australia y que hace 40.000 años estaban unidas, permanecía en la memoria.
Que nadie diga que los aborígenes australianos son un pueblo primitivo. Mantienen viva la tradición cultural más larga de la historia de la humanidad.

1 comentario:

  1. Impresionante, Ángel. A media lectura pensaba que ibas a decir que esos lugares del mar contenían arcos de piedra y otras estructuras que se habían desmoronado con las olas y el paso de las décadas, pero ya veo que es mucho más.

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